Por: El Mitote.

Ciudad Juárez, Chih., a 4 de enero del 2020.- Vaya, vaya que después de haber vencido al Coronavirus el alcalde independiente de Ciudad Juárez, ya se cree invencible poco menos que un Dios, pues sin cubrebocas, medidas de sana distancia y sin casco para dar una “vuelta dominguera en motocicleta”.

Pero no solo esto resulta inverosímil, pues la declaración que se realiza a través de sus redes sociales oficiales podría decirse que resulta una burla a la inteligencia de los juarenses pues cita textualmente que, “para todos los que me dicen el porque no traigo casco, la respuesta es no he encontrado uno que me quede, tengo una cabeza un poco grande y no hacen cascos de mi tamaño, ya mandé hacer uno a la medida, bonito domingo a todos”.

En la publicación se puede apreciar a Armando Cabada Alvídrez desenfadado a pesar de la situación que prevalece en el municipio que gobierna, en donde las muertes por la pandemia del Covid-19 han alcanzado dos mil 418 y con 26 mil 276 contagiados.

Aquí lo importante no es si el alcalde independiente trae puesto o no el casco o el cubrebocas, la relevancia es la mofa e indolencia con la que se esta manejando la situación en la frontera.

Y en medio de esta indolencia se percibe un Gobierno Municipal que se jacta de entregar cuartitos como “residencias” con un costo de 115 mil pesos a juarenses que viven en extrema pobreza y todavía se jactan de decir que “este año se planea invertir más de 45 millones de pesos en 390 casas, vamos bien”.

Quien va bien sería la pregunta que todos nos hacermos, las familias que recibiran un misero cuarto en donde viviran hacinados y en condiciones miserables o él que se ira a tomar la foto cuando las entregue como si hacer 390 cuartos sea un gran logro para su gobierno.

A caso Armando Cabada cree que los juarenses son idiotas o retrasados mentales, basta ya de tantas burlas y mofas, que suficiente olor a muerte y pandemia se encuentra impregnada la frontera para continuar creyendo en la buena voluntad del samaritano nacido empresario y remedo de político.